Querida hermana:
Qué pues diremos cuando de ti se
hablare? Eres acaso como un muro o como
una puerta?
Para construir los muros se cavan
los cimientos, se echan mano a la barra, a la dinamita y al azadón, se ubican
las piedras con inteligencia y los rastros del sudor de la frente están entre
tus paredes, muros gruesos que son tu soporte. Si eres un muro sobre ti
edificaremos lo que alcances a soportar, dos torres que te sostienen como las
piernas, una cintura y dos pechos. Sobre ti se edificara un gran palacio de plata
y dentro de ti vivirán las naciones que darás a luz cuando de ti vierta la
vida.
Pero si fueses una puerta? Te
guardaremos con tablas de cedro y con alambre de púas las entradas a tu corazón.
Pequeña! Acaso no sabes que estas hecha de los materiales más puros? Del cuarzo,
el zafiro, la esmeralda y tu piel fue perfumada de lirios y mirra? Porque no
logras darte cuenta que solo las cosas valiosas se cuidan con grandes muros,
cerrojos y guardas. Yo tuve la oportunidad de hablar con una mujer que nació
del lodo, y te puedo decir que los materiales de tu cuerpo son distintos!
Hermana! Cuida y pon cerraduras
en tu corazón como cuidan los centinelas de aquellos cerros de príncipes,
mientras tanto báñate de mirra, perfuma tu piel y sazona tu inteligencia,
porque viene el día en el cual necesitaras salir a la luz en todo tu esplendor.
Con Cariño
Carola
No hay comentarios:
Publicar un comentario