martes, 11 de diciembre de 2012

A mi amiga Verito…


Ayer recibí en la emergencia a un hermosa niña de 21 años con Síndrome de Down, vino por un ataque convulsivo. Pronó sus brazos, torció su cara a la derecha y boto los ojos desconjugados hacia atrás para empezar con sacudidas muy fuertes de todo su cuerpo, hizo un ataque convulsivo de descerebración con mioclonus, esta ocasión, más prolongado que las veces anteriores, por lo cual su padre la trajo a la emergencia.
Con más tranquilidad, acostada en la cama de recuperación dormía un poco después de los esfuerzos por estabilizarla. Al lado de ella su mamá la miraba y acariciaba su cabeza, con tanto amor que no puede evitar contemplarlas a ambas. El lugar se torno de paz y la escena me llevaba a pensaba en lo difícil que es cuidar de una niña especial y la gran paciencia con la que hay q tratarla, bañarla, darle de comer, incluso explicarle cómo funciona el  mundo y adaptarlo a ella... Pensaba en lo que dejo su madre para  cuidarla y como esta señora perdió su vida por dedicarla a una niña que no va a tener mucho futuro... Mientras tanto Verito despertaba, iba moviendo los ojos, y pestañeaba, se escuchaban las primeras conversaciones. --Cómo te sientes, Verito?... a lo cual yo me mantenía expectante, ya que, debido a sus prolongadas descargas eléctricas cerebrales podría haber daños neurológicos por lo que necesitábamos estar atentos a las reacciones de su cuerpo,  ella no contestó., esperamos un tiempo más y el silencio me tensionaba. Verito.. ves a mama??..  su mama continuaba acariciando su cabello con tanta dulzura que yo percibía el cariño más grande y lo disfrutaba. Pasaron unos minutos, Verito, como te sientes??... y empecé a pensar en la posibilidad de daños mayores.
Yo intentaba acordarme de la clase de neurología!, sabía lo que neurológicamente había pasado, tenia peligro de coma, su síndrome en edad avanzada añadido a nistagmos verticales y horizontales que sugerían daños mesencefálicos. Y yo guardaba silencio mientras miraba y me conmovía al ver a la mama de Verito como con tanto amor se mantenía ahí y le acariciaba la cabeza. Pensaba en lo que una mujer tan inteligente como ella podía hacer afuera, una gran carrera política, desarrollo de tecnologías o jefa de un proyecto exitoso!, pero estaba ahí!, en silencio al lado de una pequeña que le llevaba todo su tiempo y espacio. Cuidar a un niño con estas dificultades significa trabajo de gran paciencia a tiempo completo. Probablemente por eso se pretende aprobar el aborto terapéutico, ¿cómo es posible gastar tantos recursos económicos en un hospital por una niña infructífera para un sector social?, sabiendo que la salud en mi país es gratuita, esta niña representa decrecimiento en la producción de 2 personas, ella y su madre al cuidar a día y noche a una niña que nunca va a representar como ciudadana “útil”!! “No es justo que esto pase! La naturaleza se equivoca, y produce este tipo de daños!, si el ginecólogo detecta que hay mal formaciones.. ¿Para qué llevar a término un embarazo que va a representar invalidez  e infructuosidad en los gastos del país!? Eso produce retraso en el mundo!!!...  La señora pregunta, ¿me puedo quedar alado de Verito esta noche, aquí junto a su cama?, --por supuesto señora, solo que hoy la noche esta fría- No importa! Aquí me quedaré--.
-Verito???... soy Carolina, te voy a examinar, voy a acercar una luz a tus ojos… y continúe… La señora se acerca y dice Verito, Verito, estas mejor?... me mira a los ojos  --me voy a afuera, necesito un poco de aire—No mamá!!! No te vayas!!.. Que sorpresa para la madre, (que no sabía el riesgo super grande que su pequeña estaba presentando), sonrió y le dijo, Verito estas bien!!! Que bueno!.. si mama!! Te amo mucho y las caricias de la una a la otra me dibujaron la muestra de amor más grande en el mundo, el amor de una madre a un hijo, un individuo que dio un paso atrás por otro, despojándose de sus anhelos, sus planes, los sueños de independencia y desarrollo profesional de cualquier mujer.
Las lágrimas se me corrieron, era maravilloso ver a una niña tan amorosa expresándole su afecto a su progenitora.  La pregunta para los pro-aborto es: ¿no vale la pena acaso, cada noche sin dormir de la mama de Verito? cada acto de paciencia aun cuando ya no hay las fuerzas para mas? De seguro habría menos armas y menos hospitales si cada día un hombre más da un paso atrás y renuncia a sus caprichos, a sus ideas “correctas” de ir buscando a la raza perfecta libre de malformaciones y defectos genéticos, el hombre se vuelve más decerebrado que las mismas convulsiones mioclónicas al perder su visión de diversidad y sostener su intolerancia; se vuelve más invalido que la misma parálisis cerebral que acarrea la terquedad hacia el egoísmo y la ambición. Al menos esta madre tiene una niña, y al menos esta niña tiene a su madre y no un fusil en la Franja de Gaza, y al menos esta mujer puede elegir amar a su pequeña y no ser forzada para cumplir como en países musulmanes de la ventana 10/40. Y el más perfecto de los idiotas me llenaba de “bla, bla, bla.. “, la oreja y no paraba de hablar de sí mismo y sus conocimientos médicos infructuosos, debido a su corazón seco como los huesos en el desierto el Narcisismo primario idólatra de la ciencia por vanidad.
-Verito, me despido!, te veo en 4 días que regreso al hospital, o la verdad, espero no verte, porque  sabré que te dieron el alta-. Le dí un beso en la frente  al salir a las 6am de mi guardia directo a la universidad. Gracias Verito por recordarme la simplicidad de la vida, que privilegio conocerte.

 Con cariño, para ti Verito.

Carolina Toapanta