La música es el arte de saber usar el silencio... y cuando
todo el ruido exterior termina el corazón se hace presente para marcar el tic
tac, el pulso rítmico da sincronía al cuerpo y el tambor percutor del corazon rítmicamente
hace música dentro del humano.
Son los doce segundos de oscuridad, el minuto de silencio
ante las muertes, el silencio de la organización cerebral, el silencio fetal
del llanto del bebe dentro de la bolsa maternal, silencio de las rocas,
silencio del cielo selvático, silencio de la noche, silencio de la semilla,
silencio entre las corcheas, silencio antes de comenzar la escena, silencio en
el ovulo fecundado, silencio ante la inocencia del niño, silencio ante las
cosas que solo se aceptan y no se entienden, silencio en la mirada llena de
arrugas del tiempo, silencio en el cansancio, silencio en la muerte.
Si yo no hubiera nacido música, no entendería lo valioso del
tiempo de silencio.
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