Ayer recibí en la emergencia a un
hermosa niña de 21 años con Síndrome de Down, vino por un ataque convulsivo. Pronó
sus brazos, torció su cara a la derecha y boto los ojos desconjugados hacia atrás
para empezar con sacudidas muy fuertes de todo su cuerpo, hizo un ataque
convulsivo de descerebración con mioclonus, esta ocasión, más prolongado que
las veces anteriores, por lo cual su padre la trajo a la emergencia.
Con más tranquilidad, acostada en
la cama de recuperación dormía un poco después de los esfuerzos por
estabilizarla. Al lado de ella su mamá la miraba y acariciaba su cabeza, con
tanto amor que no puede evitar contemplarlas a ambas. El lugar se torno de paz
y la escena me llevaba a pensaba en lo difícil que es cuidar de una niña
especial y la gran paciencia con la que hay q tratarla, bañarla, darle de
comer, incluso explicarle cómo funciona el mundo y adaptarlo a ella... Pensaba en lo que
dejo su madre para cuidarla y como esta
señora perdió su vida por dedicarla a una niña que no va a tener mucho futuro...
Mientras tanto Verito despertaba, iba moviendo los ojos, y pestañeaba, se
escuchaban las primeras conversaciones. --Cómo te sientes, Verito?... a lo cual
yo me mantenía expectante, ya que, debido a sus prolongadas descargas eléctricas
cerebrales podría haber daños neurológicos por lo que necesitábamos estar
atentos a las reacciones de su cuerpo, ella no contestó., esperamos un tiempo más y el
silencio me tensionaba. Verito.. ves a mama??..
su mama continuaba acariciando su cabello con tanta dulzura que yo percibía
el cariño más grande y lo disfrutaba. Pasaron unos minutos, Verito, como te
sientes??... y empecé a pensar en la posibilidad de daños mayores.
Yo intentaba acordarme de la
clase de neurología!, sabía lo que neurológicamente había pasado, tenia peligro
de coma, su síndrome en edad avanzada añadido a nistagmos verticales y
horizontales que sugerían daños mesencefálicos. Y yo guardaba silencio mientras
miraba y me conmovía al ver a la mama de Verito como con tanto amor se mantenía
ahí y le acariciaba la cabeza. Pensaba en lo que una mujer tan inteligente como
ella podía hacer afuera, una gran carrera política, desarrollo de tecnologías o
jefa de un proyecto exitoso!, pero estaba ahí!, en silencio al lado de una
pequeña que le llevaba todo su tiempo y espacio. Cuidar a un niño con estas
dificultades significa trabajo de gran paciencia a tiempo completo.
Probablemente por eso se pretende aprobar el aborto terapéutico, ¿cómo es
posible gastar tantos recursos económicos en un hospital por una niña infructífera
para un sector social?, sabiendo que la salud en mi país es gratuita, esta niña
representa decrecimiento en la producción de 2 personas, ella y su madre al
cuidar a día y noche a una niña que nunca va a representar como ciudadana “útil”!!
“No es justo que esto pase! La naturaleza se equivoca, y produce este tipo de
daños!, si el ginecólogo detecta que hay mal formaciones.. ¿Para qué llevar a término
un embarazo que va a representar invalidez e infructuosidad en los gastos del país!? Eso produce
retraso en el mundo!!!... La señora
pregunta, ¿me puedo quedar alado de Verito esta noche, aquí junto a su cama?, --por
supuesto señora, solo que hoy la noche esta fría- No importa! Aquí me
quedaré--.
-Verito???... soy Carolina, te
voy a examinar, voy a acercar una luz a tus ojos… y continúe… La señora se
acerca y dice Verito, Verito, estas mejor?... me mira a los ojos --me voy a afuera, necesito un poco de aire—No
mamá!!! No te vayas!!.. Que sorpresa para la madre, (que no sabía el riesgo
super grande que su pequeña estaba presentando), sonrió y le dijo, Verito estas
bien!!! Que bueno!.. si mama!! Te amo mucho y las caricias de la una a la otra
me dibujaron la muestra de amor más grande en el mundo, el amor de una madre a
un hijo, un individuo que dio un paso atrás por otro, despojándose de sus anhelos,
sus planes, los sueños de independencia y desarrollo profesional de cualquier
mujer.
Las lágrimas se me corrieron, era
maravilloso ver a una niña tan amorosa expresándole su afecto a su progenitora.
La pregunta para los pro-aborto es: ¿no vale
la pena acaso, cada noche sin dormir de la mama de Verito? cada acto de
paciencia aun cuando ya no hay las fuerzas para mas? De seguro habría menos
armas y menos hospitales si cada día un hombre más da un paso atrás y renuncia
a sus caprichos, a sus ideas “correctas” de ir buscando a la raza perfecta
libre de malformaciones y defectos genéticos, el hombre se vuelve más decerebrado
que las mismas convulsiones mioclónicas al perder su visión de diversidad y
sostener su intolerancia; se vuelve más invalido que la misma parálisis
cerebral que acarrea la terquedad hacia el egoísmo y la ambición. Al menos esta
madre tiene una niña, y al menos esta niña tiene a su madre y no un fusil en la
Franja de Gaza, y al menos esta mujer puede elegir amar a su pequeña y no ser
forzada para cumplir como en países musulmanes de la ventana 10/40. Y el más
perfecto de los idiotas me llenaba de “bla, bla, bla.. “, la oreja y no paraba
de hablar de sí mismo y sus conocimientos médicos infructuosos, debido a su corazón
seco como los huesos en el desierto el Narcisismo primario idólatra de la
ciencia por vanidad.
-Verito, me despido!, te veo en 4
días que regreso al hospital, o la verdad, espero no verte, porque sabré que te dieron el alta-. Le dí un beso en
la frente al salir a las 6am de mi
guardia directo a la universidad. Gracias Verito por recordarme la simplicidad
de la vida, que privilegio conocerte.
Con cariño, para ti Verito.
Carolina Toapanta